Se parte de la ordenación espacial más óptima, el cuadrado, al que se le van añadiendo condiciones que le permitan adaptarse a las características que definen el entorno, como son las condiciones solares y lumínica, visuales, vegetales o programáticas, entiendo el programa como atmósferas que permiten envolver al cuerpo dentro de las condiciones propicias para su tratamiento. La adaptación del sistema a todas estas condiciones se lleva a cabo mediante mutaciones y adaptaciones del cuadrado original con giros y deslizamientos, llegando a generar un organismo que puede coexistir tanto con su entorno como con la casa del baño, el pentágono, con cinco lados, que puede responder con cada una de sus caras, a los cinco ecosistemas del lugar.

La intervención en el edificio existente se lleva a cabo mediante una serie de umbrales que articulan los diferentes espacios según su cualidad haciendo una gradación desde lo público a lo privado, del mismo modo que el sistema creado en el espacio público genera los diferentes umbrales.