ROMORES DA SIUDÁD

 CENTRO DA CIENCIAS DA SAÚDE UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA


La propuesta de ordenación pone en juego unos parámetros para crear un fragmento autónomo de ciudad que reconstruya esencias perceptivas asociadas a una comprensión propia del lugar. Vacíos, Plazas, Calles, Miradores, Patios se configuran como los elementos básicos para definir nuestro nuevo “barrio de la salud”. De esta manera el proyecto apuesta por una comprensión amplia del lugar de intervención para establecer unas pautas de soporte paisajístico y de relación con la ciudad, el paisaje y la memoria.

Filtro-Piel
Uno de los conceptos fundamentales que proponemos para definir el proyecto es la formalización de una piel – filtro que se convierte en elemento de relación interior-exterior, a su vez construye la imagen externa de los edificios y sirve como línea estructural en todo el perímetro mediante pilares integrados en la modulación de fachada. La fachada se convierte, de esta manera, en un elemento activo cuya formalización se justifica desde
parámetros funcionales, estructurales, de control climático, generando a su vez una imagen característica que reproduce la modulación general del edificio. Su profundidad va variando en función de la orientación y las necesidades interiores. El perímetro exterior de los edificios se construye con una fachada modulada y profunda que unifica la imagen del conjunto y genera una fachada urbana y funcional esculpida por grandes huecos en las plantas altas y en el contacto con el suelo. Los alzados interiores, donde los edificios se miran unos a otros se propone una fachada más trasnparente y permeable, que permite la relación visual directa entre los usuarios.
Ordenación y abstracción.
La topografía, desde la trama reguladora inicial, configura unas situaciones espaciales esculpidas geométricamente y que ahuecan o vacían la realidad preexistente. Se proponen los edificios dándole más importancia al espacio vacío y a su relación con el terreno que a una forma propia o autónoma. De esta manera los edificios se van adaptando a la topografía, ya sea apoyados o “flotando”, primando la continuidad de espacios, de relaciones visuales, la
orientación, etc.
El nuevo conjunto que albergará el Centro de Ciencias de la Salud se propone como un sistema de volúmenes tallados que abrazan el espacio público exterior y están unidos por un hall urbano que recorre la topografía y penetra espacialmente en los edificios generando vacíos interiores cuya finalidad es proporcionar un ambiente confortable (basado en las cualidades climáticas) y generar asimismo las circulaciones interiores, proponiéndolas como espacios activos (multiusos) y no como meros elementos de movimiento interno de los usuarios.

Equipo: Antonio G. Liñán. SV60 Arquitectos

Imágenes: Dual Arquitectura

Ubicación: Santiago de Compostela

Categoría: concurso, 2º Premio

Año: 2022