La principal característica de la propuesta es reconstruir el vínculo original del edificio previo (Monasterio de Santa de la Orden de Santo Domingo) con la Iglesia de Santa Ana. Para ello el edificio propuesto se construye mediante volúmenes de distintas alturas que se articulan alrededor de distintos patios y que buscan reconocer las características esenciales de la arquitectura preexistente.
La relación con la iglesia se establece mediante dos patios con circulaciones perimetrales que conectan con el acceso lateral a la Iglesia, estos patios pueden compartir su uso con la Iglesia generando espacios de conexión física y funcional, y permitiendo que la Iglesia pueda relacionarse funcionalmente con el nuevo edificio en caso de necesidad.