CONCURSO DE IDEAS, CON INTERVENCIÓN DE JURADO, PARA LA DEFINICIÓN DE ESPACIO PÚBLICO, PROTECCIÓN DE RESTOS ARQUEOLÓGICOS Y MUSEALIZACIÓN DE LOS MISMOS EN EL ÁMBITO DE LA PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN DE CÁRTAMA, MÁLAGA
La zona de actuación se caracteriza por ser un espacio que colonizado por múltiples capas arquitectónicas que se han ido superponiendo en la plaza de la Constitución generando un espacio único y singular.
Se propone una mirada del paisaje valorando las distintas escalas de percepción. Por un lado se intenta potenciar la cualidad escénica de la ciudad histórica como fachada a la plaza.
Y por otro lado se pretende crear un nuevo paisaje urbano planteando una plaza aterrazada como un elemento con capacidad para transformar la mirada del ciudadano hacia un espacio integrador de las distintas épocas que han definido la evolución urbana. Así, la plaza aparece como una superficie continua y esculpida que se adecua a las distintas cotas y se organiza para crear amplios espacios públicos tanto en las zonas centrales como en los bordes urbanos que conectan con las fachadas existentes. La plaza se configura como un espacio transitable que ofrece una continuidad espacial entre distintas cotas de manera directa y fluida, sin barreras arquitectónicas.
El objetivo de la propuesta es cultivar sinergias culturales y crear una arquitectura acogedora y estéticamente atractiva, un nuevo espacio contemporáneo para conocer la historia, armoniosamente integrado en el entorno natural y construido, que otorga gran importancia al confort de las personas que lo van a utilizar.
Desde fuera la plaza se percibe como un elemento volumétrico, esculpido y sutilmente topográfico que busca posicionarse como hito contemporáneo mezclado con la naturaleza del Lugar. En las distintas terrazas aparecen cajas de vidrio con una triple función: iluminar cenitalmente las zonas expositivas, permitir relaciones visuales desde la plaza con los restos arqueológicos, y establecer relaciones visuales desde interior con el paisaje cercano (ciudad) y lejano (Castillo y Ermita). Desde dentro se plantea un vacío esculpido mediante planos plegados que buscan crear un ambiente propio. Un espacio que ayude al visitante a integrarse en el programa museístico como si estuviera dentro las mismas ruinas.
Planteamos el espacio interior como un elemento continuo que crea un ambiente específico, tenue y silencioso, donde los sentidos del visitante se confundan para introducirse gradualmente en el programa expositivo, un paseo por una “caverna” contemporánea cuyo contenido hace referencia a las formas de habitar de las civilizaciones expuestas.